1822, 28 de Noviembre,
Arriba al Puerto de Valparaíso, la fragata ROSE trayendo a bordo a Lord Alexander Thomas Cochrane, Conde de Dundonald, junto a su esposa Catherine. Tres meses y doce días de viaje.
Es contratado por el Director Supremo de Chile don Bernardo O”Higgins R., para formar la primera Escuadra Nacional, es decir, la Armada de Chile; que con tantos sacrificios formaron el propio O”Higgins, Blanco Encalada y Zenteno.
Brillante desempeño obtuvo como Jefe de la Escuadra Libertadora del Perú, ilustre captor de las fortalezas de Valdivia, extraordinaria hazaña de capturar a la Corbeta española “Esmeralda” (la primera), desde el mismo interior del Puerto de El Callao. Mientras se hallaba en Valparaíso, compra una Hacienda al Sudeste de la Bahía de Quintero y comenzó a construir en una planicie al sur del puerto una casa de “barro y techo de totora”, a una milla de distancia del mar, “en una alta colina que se llama El Centinela” (actual cerro La Cruz). Mientras se construía su casa el Almirante Cochrane residió permanentemente a bordo de su buque insignia cerca de siete meses en la Bahía de Quintero.
“ A su llegada del Perú, en Junio de 1822, algo resentido por incidentes políticos con el gobierno del protector San Martín, su Ministro Monteagudo y muchos de sus oficiales que le desertaron para formar la Escuadra Peruana, obtuvo licencia del gobierno chileno para retirarse a su propiedad de Quintero.
Dado sus múltiples viajes a la Bahía de Quintero, Cochrane reconoce en este hermoso lugar, por sus condiciones naturales y espléndidas condiciones marítimas; a través de su secretario Stevenson, sabemos que deseoso de efectuar las mejoras que era susceptible este puerto, al cual a veces llamaba Bernardo, en homenaje al Director Supremo, dirigió una memoria acompañada de un plano confeccionado por él mismo, entre 1820 y 1821 con los vastos conocimientos de Hidrografía que poseía, probando las ventajas que tenía esta Bahía respecto a la de Valparaíso. Que las consideraba mejores, recomendando para servir de apostadero a los buques de la República, pues tenía además de sus buenos fondeaderos, terrenos suficientes para montar un arsenal, varios edificios para la marina, muelles, industrias, comercio, víveres, agua dulce, leña etc., pero esta importante visión emprendedora, fue desoída por el gobierno.
En los tiempos de Cochrane, fueron los “grandes” días de Quintero.
En 1822 con la cooperación de la gran escritora y aventurera inglesa María Gram. Dundam, viuda de un buen amigo del Almirante, muerto al venir cruzando el Cabo de Hornos (Thomas Graham), cuyo cuerpo fue traído a Valparaíso al interior de un barril de Rón.
Trajeron de Inglaterra la primera imprenta Litográfica , para hacer progresar a Quintero. De igual modo, Cochrane, al decir del comentario que efectúa Mary Graham, en su obra “Diario de mi residencia en Chile”, de las obras que realizaba en su Hacienda en Quintero, encargó herramientas agrícolas y que en Chile aún no se conocían, e incluso de la gran cantidad de semillas que este hombre extraordinario hizo traer desde Inglaterra: zanahorias, nabos y otras hortalizas, las primeras traídas a Chile. Relata también como dentro de los cierros de la chacra había un espacio dedicado a la multiplicación (vivero) del Alerce, la Haya y la Encina, para su adaptación al clima de la región. Cochrane en 1814, inventa la lámpara de aceite. En 1822 el Almirante y Mary Graham llegan a Quintero a bordo del “Rising Star”, el primer buque a vapor que llega a Chile y a nuestra Bahía.
Grandes cosas se podrían señalar del Almirante Cochrane, de sus éxitos en Europa como insigne jefe marino, como político, como héroe, como persona, como inventor, investigador científico, mecánico; pero no es materia de este trabajo.
Es el primer oficial naval con el grado de Almirante de Chile.
A fines del año 1822, el poder marítimo español había terminado, el gobierno de O”Higgins presenta dificultades.
El Almirante recibió invitaciones para luchar por la libertad de Brasil, en Grecia y para tomar el mando de las fuerzas navales Mexicanas. Cochrane no deseaba irse de Chile, pero viendo la revolución contra el Director Supremo, era inminente, y ésta era encabezada por su amigo, el general Freire, a quién ya políticamente le había brindado su apoyo en una aventura política, dada su experiencia en ese campo, en 1807 fue elegido por Westminster para el Parlamento inglés. Decidió con una enorme tristeza irse y aceptó la invitación de Brasil.
“El 18 de Enero de 1823 zarpa de Quintero a Brasil, acompañado de sus secretarios Stevenson, Jackson, el jóven artista Carrillo, Mary Graham, su primo Glenie, algunos compañeros de la marina, el Capitán Crosbie y el Teniente Grenfell entre ellos, a bordo del “Coronel Allen”, avisando previamente a su esposa, Lady Catherine, que estaba por regresar a Chile, que cambiase su ruta a Río de Janeiro”.
(imagenes de sitio memoriaschilenas.cl)
Es contratado por el Director Supremo de Chile don Bernardo O”Higgins R., para formar la primera Escuadra Nacional, es decir, la Armada de Chile; que con tantos sacrificios formaron el propio O”Higgins, Blanco Encalada y Zenteno.
Brillante desempeño obtuvo como Jefe de la Escuadra Libertadora del Perú, ilustre captor de las fortalezas de Valdivia, extraordinaria hazaña de capturar a la Corbeta española “Esmeralda” (la primera), desde el mismo interior del Puerto de El Callao. Mientras se hallaba en Valparaíso, compra una Hacienda al Sudeste de la Bahía de Quintero y comenzó a construir en una planicie al sur del puerto una casa de “barro y techo de totora”, a una milla de distancia del mar, “en una alta colina que se llama El Centinela” (actual cerro La Cruz). Mientras se construía su casa el Almirante Cochrane residió permanentemente a bordo de su buque insignia cerca de siete meses en la Bahía de Quintero.
“ A su llegada del Perú, en Junio de 1822, algo resentido por incidentes políticos con el gobierno del protector San Martín, su Ministro Monteagudo y muchos de sus oficiales que le desertaron para formar la Escuadra Peruana, obtuvo licencia del gobierno chileno para retirarse a su propiedad de Quintero.
Dado sus múltiples viajes a la Bahía de Quintero, Cochrane reconoce en este hermoso lugar, por sus condiciones naturales y espléndidas condiciones marítimas; a través de su secretario Stevenson, sabemos que deseoso de efectuar las mejoras que era susceptible este puerto, al cual a veces llamaba Bernardo, en homenaje al Director Supremo, dirigió una memoria acompañada de un plano confeccionado por él mismo, entre 1820 y 1821 con los vastos conocimientos de Hidrografía que poseía, probando las ventajas que tenía esta Bahía respecto a la de Valparaíso. Que las consideraba mejores, recomendando para servir de apostadero a los buques de la República, pues tenía además de sus buenos fondeaderos, terrenos suficientes para montar un arsenal, varios edificios para la marina, muelles, industrias, comercio, víveres, agua dulce, leña etc., pero esta importante visión emprendedora, fue desoída por el gobierno.
En los tiempos de Cochrane, fueron los “grandes” días de Quintero.
En 1822 con la cooperación de la gran escritora y aventurera inglesa María Gram. Dundam, viuda de un buen amigo del Almirante, muerto al venir cruzando el Cabo de Hornos (Thomas Graham), cuyo cuerpo fue traído a Valparaíso al interior de un barril de Rón.
Trajeron de Inglaterra la primera imprenta Litográfica , para hacer progresar a Quintero. De igual modo, Cochrane, al decir del comentario que efectúa Mary Graham, en su obra “Diario de mi residencia en Chile”, de las obras que realizaba en su Hacienda en Quintero, encargó herramientas agrícolas y que en Chile aún no se conocían, e incluso de la gran cantidad de semillas que este hombre extraordinario hizo traer desde Inglaterra: zanahorias, nabos y otras hortalizas, las primeras traídas a Chile. Relata también como dentro de los cierros de la chacra había un espacio dedicado a la multiplicación (vivero) del Alerce, la Haya y la Encina, para su adaptación al clima de la región. Cochrane en 1814, inventa la lámpara de aceite. En 1822 el Almirante y Mary Graham llegan a Quintero a bordo del “Rising Star”, el primer buque a vapor que llega a Chile y a nuestra Bahía.
Grandes cosas se podrían señalar del Almirante Cochrane, de sus éxitos en Europa como insigne jefe marino, como político, como héroe, como persona, como inventor, investigador científico, mecánico; pero no es materia de este trabajo.
Es el primer oficial naval con el grado de Almirante de Chile.
A fines del año 1822, el poder marítimo español había terminado, el gobierno de O”Higgins presenta dificultades.
El Almirante recibió invitaciones para luchar por la libertad de Brasil, en Grecia y para tomar el mando de las fuerzas navales Mexicanas. Cochrane no deseaba irse de Chile, pero viendo la revolución contra el Director Supremo, era inminente, y ésta era encabezada por su amigo, el general Freire, a quién ya políticamente le había brindado su apoyo en una aventura política, dada su experiencia en ese campo, en 1807 fue elegido por Westminster para el Parlamento inglés. Decidió con una enorme tristeza irse y aceptó la invitación de Brasil.
“El 18 de Enero de 1823 zarpa de Quintero a Brasil, acompañado de sus secretarios Stevenson, Jackson, el jóven artista Carrillo, Mary Graham, su primo Glenie, algunos compañeros de la marina, el Capitán Crosbie y el Teniente Grenfell entre ellos, a bordo del “Coronel Allen”, avisando previamente a su esposa, Lady Catherine, que estaba por regresar a Chile, que cambiase su ruta a Río de Janeiro”.
(imagenes de sitio memoriaschilenas.cl)
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